Por ser como soy y conocerme como me conozco sé que me va a costar mucho no llamarte cuando extrañe tu piel, no irte a buscar cuando necesite tus besos, lo sé. Pero por una vez creo que escucharé a mi razón antes que a mi corazón porque es duro y cruel pero el dolor se pasa con el tiempo y no puedo olvidar algo así teniendolo a mi lado. Nada ha cambiado, ni tú ni yo, pero el amor debe hacerte feliz y sobre todo libre, y no prisionero de dudas y malentendidos, porque yo sé lo que quiero y siempre lo he dicho y además desde hace ya mucho tiempo tampoco soy feliz. Lo siento, es duro para mí sentirme mal y que cuanto peor estoy peor me tratas y que siempre me dejes en evidencia, lo último es que desconfies de mí y no respetes mis momentos con otras personas. Yo jamás te he echado en cara que te hayas ido de viaje, he seguido contigo ahí dandolo todo mientras tú seguias como si nada. Se acabó no soy una muñeca a la que metes en una caja y la maltratas y sigue sonriendo, lo siento, yo soy yo y siempre he sido yo desde el minuto 1. Pero ya ves, así soy y siento mucho todo el esfuerzo que he puesto en sacar a flote un barco que está destinado a naufragar, lo siento. Ahora me toca a mí ser feliz y no puedo ser como tú, hacer como si nada y después hacerme la víctima, eso no va conmigo y como no soy capaz será mejor separar nuestros caminos. Sé que siempre vas a ser el primero y que te querré siempre, pero también sé que las cosas no cambian y ya no puedo más. Definitivamente no quiero hacer nada más, es más, no puedo, ya lo he hecho todo y sigue todo igual y mira, la solución es simple, si quieres que un pájaro vuele enséñalo, deja que caiga y aprendar a levantarse solo, no lo encierres en una jaula por miedo a que se haga daño, porque será mucho más feliz volando en libertad, aunque a veces se tropieze. Yo soy ese pájaro y tú, no sé que temes tú. 

Adiós.