martes, 29 de mayo de 2012

Una combinación tóxica.

No qué es exactamente lo que pasa, no entiendo qué es lo que falla, qué nos impide complementarnos al 100%, como antes, como antes de que todo esto pasara y me afectara todo de un modo tan desesperante. 
No sé si es él o soy ya la que falla, quizás, no haya sido una buena idea mezclarnos, quizás sea eso, que no deberíamos habernos unido.

Pensandolo bien, los elementos tienen más suerte, el agua no se mezcla nunca con el aceite y otros tienen etiquetas que nos permiten conocer su poder, son tóxicos, inflamables... pero, por desgracia, nosotros no contamos con esas etiquetas que nos den a conocer con quién podemos o no juntarnos, con quién tendremos una gran explosión o nos producirán una muerte inevitable. En nuestro caso es mucho más complicado saber qué combinaciones son más acertadas, es difícil saber qué etiqueta equivale a cada persona que pasa por tu vida y, sobre todo, en los momentos como estos cuando te preguntar si un elemento que antes te producía una sensación de fuegos artificiales puede, con el tiempo, pasar a ser tóxico.

Sin duda nosotros somos un error de laboratorio, una experiencia que no verifica la hipótesis inicial y que, por lo tanto, se da como fallida y se desecha. No somos una buena combinación, no ahora, a pesar de que en algún tiempo lejano pudimos llegar a provocar los fuegos más hermosos jamás percibidos en el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario