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Llevo un par de días dándole vueltas a la cabeza, pensando en como he cambiado en tan solo 3 años, en todas las personas a las que he conocido y en todas las que he perdido, en todas esas que no supe valorar cuando las tenía presentes y a las que ahora aunque lo desee con todas mis fuerzas no pueda tenerles aquí. Y si, es duro, y mucho porque te das cuenta de que pasan los días y las semanas y no hacemos absolutamente nada, es decir, si, vamos a clase o al trabajo, volvemos a casa y hacemos lo de cada día, pero ¿se le puede llamar a eso vivir?, ¿podemos esperar estar satisfechos al final de día por vivir repitiendo cada día lo mismo?, yo creo que no y que muchas veces cuando perdemos a alguien es cuando realmente nos paramos a pensar en que estamos haciendo y sobre todo, si lo estamos haciendo bien. Porque no disfrutamos de los pequeños detalles ni de los momentos hermosos, no, nosotros vivimos esperando a que algo nos haga felices, pero realmente ¿vale la pena esperar ese momento?, ¿llegará algún día?, ¿no sería más sencillo vivir cada día disfrutando de las pequeñas cosas que nos arrancan una sonrisa que esperar toda nuestra vida a que nos pase algo espectacular?. Yo creo que sí y lo creo porque si no lo hacemos así, ignoraremos esas cosas que nos hacen felices día tras día, algo tan simple como despertarte y saber que tienes una familia entrañable y unos amigos maravillosos, a mi no me hace falta más, porque yo ya sé lo que es perder a alguien, pero estoy bien, o no porque me hace muchísima falta, sin embargo hay algo que alivia mi dolor, y es saber que él si que vivió cadas uno de sus días siendo feliz y sin preocuparse por tonterias. 

PD: Porque es duro echar de menos a alguien y saber que nunca volverá.