sábado, 17 de julio de 2010

Cuando tú me miras


Y nos miramos con esos ojos sedientos de amor. Y sí, es en ese preciso instante en el que todo lo que gira en torno a esa mirada se detiene, todo, absolutamente todo y es como si pasase una eternidad en tu mirar, como si pudiera descubrirte con solo mirarte. Y da igual lo demás, porque en ese instante no temo nada ni a nadie y no me interesa lo que digan porque en ese preciso instante en el que nuestras miradas dicen todo lo que no pueden explicar las más complejas de las palabras cuando me siento viva. Y no, no creais que todo es un cuento de hadas, que la vida es un camino de rosas de colores alegres y que hacen sonreir con solo mirarlas, no. El amor es muy complejo, pues no solo trata de un sentimiento, pues eso a veces no basta. Trata de querer seguir ese sentimiento, de querer llevarlo al límite, de luchar por lo que se quiere y sí, es difícil, porque ya véis, no existen las medias narajan y no creo posible el amor entre dos seres exactamente iguales, por lo que el amor entre dos personas siempre se dará entre dos seres que tengan cosas en común y cosas contrarias. Y así pasa el amor, con alguna que otra discución que tan solo sirve para que ambos enamorados se den cuenta de que, por muy diferentes que sean, amarse vale la pena y luchar por ese hermoso sentiemiento que invade sus vidas también.

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