miércoles, 9 de marzo de 2011

Esa horrible sensación cuando estás siendo golpeada y entre patadas y bofetones tus autrdidos oidos escuchan a la gente tranquila, quieta, espectante a cada golpe que recibes como si de un circo se tratase y entonces entre llantos, imptencia y verguenza empiezas a plantearte si, es cierto, si todas esas personas que no mueven un solo músculo de su cuerpo para ayudarte y te gritan que te lo merecen tendrán razón, y , entonces, te lo crees. En ese preciso momento dejas de ser quien realmente eres y pasas a ser una trsite y fría sombra gris del que te maltrata.

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